Kim Peek

Siempre me ha fascinado la complejidad y el potencial del cerebro humano. No somos conscientes de la increíble capacidad que esconde nuestro cerebro y las hazañas que podría desempeñar si supiésemos cómo sacarlas a la luz.

A lo largo de la historia, ha habido numerosas mentes privilegiadas que en determinadas ocasiones fueron etiquetadas como milagros, divinidades o incluso fraudes. Parece que no estamos dispuestos a aceptar que haya personas que alberguen en su cabeza capacidades y habilidades que podríamos considerar sobrehumanas, pero al fin y al cabo es un privilegio que cualquiera de nosotros podría haber desarrollado.

Pero en ocasiones, el cerebro se cobra un precio bastante alto a cambio de una increíble habilidad intelectual. Es el caso del síndrome de Savant, un síndrome extremadamente raro que otorga a los que lo padecen unas aptitudes extraordinarias para realizar cálculos imposibles en segundos o memorizar toneladas de información sin ningún tipo de dificultad aparente. Sin embargo, estos genios presentan algún tipo de discapacidad física, mental o motriz que los hace, en ocasiones, incapaces de valerse por si mismos.

Este es el caso de Kim Peek, uno de los Savant más famosos. Kim alcanzó su popularidad gracias a la película Rain Man, brillantemente protagonizada por Dustin Hoffman en el papel de Raymond Babbitt, personaje basado en la figura de Peek. La memoria de este hombre es impresionante, capaz de leer dos páginas de un libro a la vez en segundos, cada una con un ojo. Lo que le ha llevado a leer casi 12.000 libros a lo largo de su vida, de los cuales recuerda el 98% del contenido. Por desgracia, no es capaz de entender ni procesar, y mucho menos desarrollar, todo el conocimiento que su mente alberga. Su cabeza es como un almacén con capacidad ilimitada de donde puede sacar información automáticamente como si ya tuviese todas las respuestas preparadas antes de hacerle una pregunta. Una de sus habilidades más conocidas es la de obtener el día de la semana que corresponde a una fecha cualquiera del calendario.

Recientemente he visto un documental dedicado a él. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que carece de empatía, no es capaz siquiera de imaginarse el estado de ánimo de una persona sólo con ver su expresión. Debido a ello, presenta un comportamiento idéntico a base de elogios y palabras similares en cada uno de los encuentros que tiene con diferentes especialistas que intentan investigar con el objetivo de poder vislumbrar algo más de este inquietante y desconocido síndrome. Parece como si tuviese todo el conocimiento necesario adquirido en los libros para relacionarse pero no supiese como aplicarlo correctamente. Muestra un comportamiento casi artificial, en ocasiones parece forzado y probablemente lo sea, pero de una manera inconsciente para él.

Se trata de un documental muy entretenido, que te recomiendo si tienes algo de tiempo libre y, sobre todo, un nivel de inglés aceptable, ya que no he conseguido encontrarlo en español en ningún sitio. A mi personalmente me ha hecho pensar y reflexionar acerca de los secretos que nos esconde nuestra herramienta más valiosa y sin la cual nada de lo que conocemos existiría actualmente.

Sobre todo, encuentro remarcable la relación que Kim mantiene con su padre, del cual depende completamente. Ellos dos son uno solo, y no puedo quitarme de la cabeza qué va a ser de Kim en el momento en que su pilar, en torno al cual gira toda su vida, nos abandone y deje un hijo con una mente brillante, pero cuyo cuerpo no está preparado para valerse por sí mismo. Me ha marcado hasta tal punto, que en al término de la película las mensajeras del alma se dejaron ver, con la intención de recorrer mi mejilla para dejar constancia de las injusticias de este mundo. Ya que, a diferencia de Kim, yo sí puedo ponerme en la piel de un padre que sabe que se va antes que lo que más quiere, sabiendo que con su marcha se lleva la salvaguarda de un niño de 56 años.

Daniel Tammet visita a Kim Peek

Documental: Kim Peek – The Real Rain Man (inglés, 5 partes)